LA VUELTA AL MUNDO EN
OCHENTA VÍAS
Amiga
diosA, me dejo llevar por tu fluida conexión, por el juego vital de tus
palabras, una vez más, ¿qué otra cosa se puede hacer ante una diosA? (Esto ya
se lo dije en alguna ocasión;
creo que en dos… ).
Esta
vez arrastrado por su texto:
“El
cambio de polos y la vuelta al mundo. Mi aventura con la Tierra”.
Cada
vez más se extiende el convencimiento (¡¡Al fin!!. Algo que olvidamos hace unos
miles de años cuando nos quedamos atrapados en la maraña egótica) de que formamos
un ser único, que cada uno con su singularidad es parte del puzzle total; que
así es dentro como fuera, que no hay distancia, que el infinito va en ambas
direcciones, tanto hacia el llamado “exterior” como al llamado
“interior”……..
Y
nos hemos “malacostumbrado” a, en cuanto nombramos el infinito, mirar al
cielo.
Ha
llegado el momento de mirar hacia dentro, de darnos la vuelta; y no para morir como
en humanas manos quam-pobre-pulpo rumbo hacia la olla, sino para al fin
recordar, saber quien realmente somos.
Ese
es nuestro cambio de Eje, nuestro cambio de polaridad. El hasta aquí hemos
llegado.
Giremos
todos acompañando a la Madre Tierra. El Mundo se está dando la vuelta tal como
mi querida amiga siente y escenifica, y yo, nosotros, tod@s, estamos girando
con ella lo sepamos o no.
Pues
mejor saberlo. Sentirlo.
No
quiero perdérmelo, que bastantes cosas se escurren aún entre nuestros dedos
como
para que algo así pase-como-si-ná.
Y
digo: sentirlo-conscientemente, pues es eso lo que estamos tod@s viviendo
ahora…
Cada
cual a su modo, en las ochenta vías posibles.
El
bulto (sin que la Tierra se me ofenda), lo queramos escurrir o no, va a seguir
su camino.
Esta
mañana vino el fontanero a arreglar un escape de agua en el baño con la hermosa
gotera correspondiente en la habitación inferior.
Seguro
que te preguntas qué tendrá que ver con la inversión del eje planetario. Pues
lo tiene…
¿No acabamos de decir que como es dentro, es fuera?... Resulta que
tras varios cubos de agua, pases de fregona, apertura - escombros incluidos - del
techo de la habitación inferior, no puede hacer nada, me dice. Razón: porque se trata de filtraciones
(¿?!!), no de defectos o escapes en las tuberías. Es decir: cosa de juntas
entre azulejos - silicona - o mejor explicado: filtraciones entre el encuentro
del azulejo de la pared con el plato de la ducha. Insisto: silicona.
Y
eso me toca a mi arreglarlo. Como
a la diosA le tocó el cambio de bombilla de su esfera terrestre.
(A su texto os
remito)
Doíme
pues la vuelta a mi mismo, a mi eje personal.
Soy
yo el que ha de arreglar los (mis) escapes de agua.
Como
queríamos demostrar.
Lo
sutil también está presente en las tuberías, hasta en la silicona (!!!)….
(Tal
vez la otra también, aunque me cueste pensarlo…)
Así
es.
La
Tierra forma parte de mi cuerpo, como sabe la diosA…
Si
se trata de acompañarla, ser ya Ella en su giro, los circuitos, sus-mis
circuitos, han de ser-estar en el estado adecuado para ello y cada cual ha de ocuparse
de lo que le corresponde, de sus “peplas”, porque nuestras “peplas” son
las de todos y forman parte de Ella. Disolvámoslas si queremos seguir su precioso
camino.
Démonos
la vuelta a nosotros mismos, giremos nuestro eje, que ese “nosotr@s” que hasta
ahora había estado activo YA NO
sirve; ni siquiera podemos utilizar un trozo de él o recomponerlo. NO,
insisto, YA NO SIRVE. Los escombros han de dejarse abandonados.
Son
nuevos los materiales que construirán el nuevo ser. La nueva Tierra.
Y
claro, nuevamente a la diosA me remito:
tiene que ver con el poder del Amor.
Álex Kirschner
No hay comentarios:
Publicar un comentario