martes, 13 de noviembre de 2012

"Pues por eso te lo digo"


No estamos solos


..."En la paz del silencio y de la soledad, el alma puede al fin hablarnos, sanarnos, acompañarnos y abrirnos la puerta a la experiencia sublime de la unidad.
Ya NUNCA estaremos solos..."

Del Libro de Annie Marquier: "El Maestro del Corazón". Editorial Luciérnaga.










"Que le quiten lo bailao"

Y me ha vuelto a ocurrir, es la segunda...
Las letras son elementos vivos y llevan su esencia hecha sonido. Son las células del lenguaje y, como tales, encierran (o abren) en su interior la información completa del todo. 
En la sabiduría esenia se realiza una meditación dedicada a cada una de estas células, sagradas en sí, pues su vibración es única, al igual que su carácter. Células sonoras que al unirse a otras, formarán una palabra, una frase que construirá una realidad.
Es fundamental cuidar el lenguaje; cómo nos expresamos, qué decimos... Sería de sabios el empleo justo del sonido, o el silencio, de nuestra voz. 
A quien dirigimos la palabra, qué palabra y en qué momento... 
Lo que me ha vuelto a ocurrir es que una letra se me ha colado, ha sustituido a otra. He leído a Jung hace tiempo y durante mucho tiempo, y sé cómo se escribe: J-U-N-G. 
Bien, pues al abrir y comunicar con un texto la apertura de este Blog, se coló la "Y", y por segunda vez... (?). 
Puse Yung (!!).
Y es que me da la sensación de que, igual que hay partes de uno mismo que a veces se declaran independientes, se salen de la norma simplemente por conocer otras realidades, hay letras que se "salen del tiesto", empujan a la asentada, la de toda la vida, y se colocan en su lugar a ver qué tal se vive ahí, en el sitio no permitido, el sagrado lugar Ortográfico, y 
"que le quiten lo bailao".

AK




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